Chicago (EEUU), año 1856.
Una ciudad en auge, llena de oportunidades nacidas del desarrollo de la ganadería, la industria maderera y el ferrocarril, tanto, que llegaban unos cien mil inmigrantes anuales en busca de trabajo. Aún así, era una ciudad y una época difícil para una mujer. Imperaba una sociedad patriarcal donde el rol de la mujer era de esposa, madre y ama de casa. La mujer, como mucho, podía optar a determinados puestos de trabajo como: asistenta, limpiadora, secretaria, etc.
En ese difícil contexto, un buen día de 1856, se presenta en las oficinas de la agencia de detectives Pinkerton de Chicago, una decidida joven de 23 años, para un puesto de detective privado que había visto editado en la prensa local de Chicago.
La entrevista de trabajo no fue fácil. La atendió el director e impulsor de la agencia, el mítico Allan Pinkerton, quién quedo desconcertado cuando supo que aquella joven, esbelta, de cabello castaño, decidida, expresiva y carácter abierto, no deseaba el puesto de secretaria sino de detective. La primera respuesta se la pueden ustedes imaginar: no contratamos a mujeres para puestos de detectives. Aún así Kate convenció a Pinkerton de la utilidad de tener a una mujer en su equipo de trabajo, ya que según ella: una mujer podía obtener información de forma más fácil y en lugares donde no podía acceder un hombre. Y de esta forma, sorteo las reticencias del director de la famosa agencia para que le diese una oportunidad. Ella fue la primera mujer detective.
Primera mujer detective, un gran paso en los derechos
Y en verdad, Pinkerton, no hizo mal en contratarla, pues Kate intervino en la resolución de numerosos y complicados casos. Su destreza para cambiar de apariencia, interpretar una variopinta gama de personajes e infiltrarse en cualquier lugar, grupo o capa social, obteniendo valiosa información y pruebas, pronto le mereció la admiración de sus compañeros y jefes, quienes le confiaron los más importantes casos, así como labores de inteligencia que llevaron a la desarticulación de grupos secesionistas tras infiltrarse entre las mujeres de la alta sociedad sureña quienes en sus conversaciones hablaban sin miramientos de los planes secesionistas de sus maridos, contrarios a los ideales del que conseguiría ganar las elecciones presidenciales Abraham Lincoln, así como un complot para asesinarle.
El trabajo de Kate como detective fue un gran paso para la evolución de los derechos de la mujer, aún más cuando en EEUU no se permitieron mujeres en la policía hasta 1891 y estás no pudieron ser oficiales hasta 1910
Es una lástima que poco se sepa de esta joven. Nacida en 1833 en la población de Erin, Condado de Chemung Country, Nueva York, y que quedó viuda a la corta edad de 23 años. Su trabajo y su vida en general llegó a ser tan discreta que no existe fotografía alguna de ella, solamente un retrato pintado en acuarela de 1866 que se guarda en el Museo de Historia de Chicago.
Más aún, no se sabe exactamente su verdadero nombre. Se sospecha el la primera mujer detective pudo llamarse Kate Warne, aunque no se sabe con precisión, posiblemente debido a todas las identidades falsas que utilizó durante su trabajo como: Kay Warne, Kay Waren, Kate Warne, Kate Waren, Kitty Warne, Kitty Waren, Angie M. Warne, Sra. Barley, Sra. Cherry. Incluso en su lápida sepulcral consta Kate Warn, no coincidiendo con el nombre que consta en su retrato.
- El 1858 solucionó su primer gran caso, aportando pruebas en el robo de dinero por un empleado de la Compañía Adams Express, para ello se gano la confianza de la esposa del empleado sospechoso, quién al final fue declarado culpable y condenado a 10 años de prisión, pudiendo recuperar 39.515 dólares de los aproximadamente 50.000 dólares robados a la compañía ferroviaria
- En 1860, cuatro años después de su incorporación a la agencia, su reputación era tal que el propio Allan Pinkerton le encomendó formar un grupo especial de mujeres detectives, el Pinkerton’s Female Detective Bureau, donde se encargaría de enseñar y dirigir el primer grupo operativo de mujeres detectives.
- En 1861 la famosa agencia de detectives fue contratada por La Philadelphia, Wilmington y Baltimore Railroad para evitar las amenazas de daños a sus ferrocarriles. Conforme avanzaba la investigación, se dieron cuenta que los planes secesionistas no se limitaban a daños hacia dicha compañía, sino que incluían planes para atentar contra el posible futuro presidente, por lo que en febrero de ese mismo año, se encarga a 5 agentes de la agencia de detectives, entre ellos Kate, que investiguen en más profundidad esos planes criminales.
Y así, en febrero de ese mismo año, e infiltrada entre la sociedad de Baltimore, descubrió el complot de un grupo radical secesionista para asesinar al electo presidente Abraham Lincoln, el día 23, en un desfile en dicha ciudad y antes de que tomara el tren hacia Washington D.C. donde tomaría posesión de su cargo de presidente.
Después de convencer al futuro presidente del alto riesgo que suponía viajar a Baltimore y participar en dicho desfile, fue la propia Kate quién ideo y planeo la seguridad de esa última parte del arriesgado itinerario hacia Washington D.C., haciendo pasar al mismisimo presidente bajo la cobertura secreta de su hermano inválido y enfermo para tomar el tren. Se dice que el famoso slogan de la legendaria agencia Pinkerton’s National Detective Agency: “We Never Sleep” (Nunca Dormimos) surgió de la noche del 22 al 23 de febrero de 1861 cuando Kate junto con otros detectives hicieron guardia en el compartimento del ferrocarril donde se encontraba el presidente para protegerle en su oculto viaje para tomar posesión de su cargo.
Desde ese momento la agencia de detectives se gano la confianza del presidente, quien los contrato como agencia de inteligencia durante la Guerra Civil Americana. Y como no, el papel de Kate fue crucial, infiltrándose en la alta sociedad sureña donde recababa valiosa información.
Después de la guerra civil americana, entre 1865 y 1867 Kate siguió resolviendo complicados casos como el asesinato de George Gordon, cajero de un banco o el caso del Capitán Sumner, un hombre que vivió pensando, y con acierto, que lo estaban envenenado.
Su brillante carrera fue truncada por un terrible edema pulmonar a causa de una neumonía que le llevaría hasta su muerte el 28 de enero de 1868 con tan solo 35 años de edad. La primera mujer detective fue enterrada en el cementerio Graceland de Chicago, en la parcela familiar de Allan Pinkerton.
Kate fue reconocida por Allan Pinkerton en sus memorias como uno de los cinco mejores detectives de la legendaria Pinkerton’s National Detective Agency. Y por ende, la primera mujer detective del mundo.